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Hoy comenzaremos hablando de uno de mis personajes favoritos de la política nacional: Jacqueline Van Rysselberghe Herrera.
Dejando de lado las ideologías, la historia de Jacqueline Van Rysselberghe era notable. Siendo mujer, de Concepción, logró convertirse por dos períodos en la presidenta nacional del partido de derecha con más tradición en Chile, la Unión Demócrata Independiente (UDI), una colectividad dominada por hombres, por “coroneles”, como se les llamaba en antaño a sus líderes.
Hoy es, simplemente, psiquiatra (una carrera muy rentable, de todas formas).
Por estos días, donde la candidatura del ex senador de izquierda, Alejandro Navarro Brain, a gobernador regional está cada vez más cerca de confirmarse, resulta inevitable preguntarse qué hará Van Rysselberghe, su némesis histórico
¿Será posible verla en la misma papeleta y tener una nueva edición de este superclásico electoral?
La ’coca’, como le llaman sus cercanos, todavía no ha dado una respuesta definitiva.
El comentario en los círculos políticos de la zona es que la ex senadora se encontraría traumada por la derrota que sufrió en la senatorial de Ñuble en 2021 frente a su compañero de partido, Gustavo Sanhueza Dueñas, un total desconocido en ese entonces al lado de la ex congresista.
Fuentes que conocen la interna de la UDI me señalaron que en la colectividad siguen a la espera de que manifieste una intención clara, pero otras fuentes vinculadas también a este partido me indicaron que en las próximas semanas podrían darse novedades interesantes.
Según estas informaciones, los gremialistas anunciarían cartas propias para ir por el Gobierno Regional y por el municipio de Concepción: respectivamente, se trata del independiente y ex militante, Luis Santibáñez Bastidas (también suenan Jorge Ulloa Aguillón e Iván Norambuena Farías, según consignó Sabes.cl) y de Valentina Pavez Van Rysselberghe, la hija de la ex senadora.
De confirmarse esto, sería una guerra declarada al Partido Republicano en la zona, puesto que actualmente se encuentran apostando fuertemente por Fernando Peña Rivera para gobernador regional y por James Argo Chávez por la alcaldía penquista.
El caso de este último es sabroso, puesto que Argo fue discípulo de Van Rysselberghe, pero se fueron distanciando y él fue levantando nuevas alianzas, acercándose incluso al actual gobernador regional, Rodrigo Díaz Wörner.
Además, si se da este escenario, la municipal –que no tiene segunda vuelta–, tendría a una derecha dividida entre Argo, Pavez y el evangélico Héctor Muñoz Uribe, algo que en política suele ser receta para el desastre.
Si pasara esto sería evidencia de que, si bien está en las sombras, el poder de Jacqueline Van Rysselberghe sigue latente y que si no es ella la protagonista, mejor el caos.
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