La campaña de vacunación escolar 2025 en la región del Biobío alcanzó la valorable cifra de 87% de estudiantes inmunizados.
Un total de 54.925 niños, niñas y adolescentes de nuestros colegios recibieron subsecuentes vacunas para prevenir enfermedades severas. Papiloma humano, difteria, tétanos y tos convulsiva no pasarán ante el sistema inmune de los jóvenes.
La cifra supera la meta que estableció el Ministerio de Salud para contribuir a la inmunidad poblacional. Para alumnos de cuarto básico, se inoculó la vacuna contra el virus del papiloma humano, totalizando 19.088 dosis; la cobertura se completa con la inoculación contra la difteria, tétanos y tos convulsiva para 35.837 estudiantes de primero y octavo básico.
La seremi (s) de Salud del Biobío, Javiera Ceballos, recalcó que restan “las últimas jornadas de inmunización programadas, antes del término del año académico. La cifra da cuenta del trabajo mancomunado entre el sector salud y educación, que ha permitido superar la meta del 85% establecida por el MINSAL para contar con una alta inmunidad poblacional”.
Los números y la cultura de vacunación nos caracteriza. Allende los Andes, la paranoia colectiva y la ignorancia de antivacunas ha generado un enorme peligro sanitario. La Sociedad Argentina de Pediatría, SAP, advirtió que la cobertura de vacunación infantil y adolescente ha caído brutalmente.
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La baja es inaceptable para un país que se dice serio, pasando de 90% en 2015-2019 a menos de 50% en 2025. El escenario, califican, es de “fragilidad inmunológica colectiva”.
La problemática es tal que Chile emitió una alerta epidemiológica por el posible rebrote del sarampión al otro lado de la cordillera, enfermedad que aquí lleva erradicada más de 30 años y se previene con vacunas para los niños en dos dosis antes de los tres años.