¿Qué es el Proyecto E1 de Israel en territorio de Palestina y por qué es tan grave?

Proyecto E1 Israel Cisjordania
Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel, sosteniendo mapa del Proyecto E1 que pretende expandir ilegalmente a Israel en territorio de Cisjordania | Foto: Ohad Zwigenberg para la agencia AP

En los últimos días ha tomado reconocimiento internacional el infame Proyecto E1 que pretende instalar Israel en Palestina.

Si usted pensaba que esto no era un apartheid racial, tal como lo que vivió Sudáfrica o el sureste de los Estados Unidos por décadas, con esto debería quedar claro.

La entidad sionista pretende construir, según sus propias autoridades, una carretera exclusivamente para los palestinos que se muevan entre Cisjordania, el territorio al oriente de Jerusalén.

Una carretera exclusiva suena bonito… no, la verdad es que no. Con el Proyecto E1, se pretende segregar de forma abusiva y totalmente inhumana a los palestinos y beduinos del desierto a acceder a la Ruta 1, que conecta actualmente Cisjordania de norte a sur.

Para su construcción se ha despachado la orden de demoler al menos 40 casas y desalojar otras cuantas viviendas y explotaciones agrícolas en la zona, indica la BBC. El Proyecto E1, en síntesis, los aislaría de Jerusalén y cortaría toda continuidad territorial de un futuro e hipotético Estado palestino.

Proyecto E1 de Israel: el apartheid en la tierra de Cristo

El racista-nacionalista Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas del régimen sionista, presentó su aprobación para construir más de 3 mil viviendas en un plan de asentamiento bajo este Proyecto E1. Para el ultraderechista, es un logro histórico.

Para la historia, es la concreción de un plan de tomas y desplazamiento de terrenos que demoró más de 20 años en aprobarse. Entre 2009 y la pandemia, se anunciaron nuevas fases para el Proyecto E1 pero la presión internacional los echó por tierra.

Según el ser de luz, con este plan se “entierra la idea de crear un Estado palestino”. Además, le agradeció al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su embajador en Israel, el evangélico sionista Mike Huckabee, por su apoyo. “Cisjordania es parte integrante de la tierra de Israel prometida por [su] Dios”, complementó el nacionalista.

Plan de asentamientos E1 Cisjordania
Mapa del plan de asentamientos E1 en Cisjordania | Foto: CNN

Incluso salpicó al primer ministro de su país, el un poco menos extremista pero igualmente terrorífico, Benjamin Netanyahu. Smotrich, de ascendencia ucraniana, destacó que el líder sionista apoya el plan de introducir “un millón de colonos en Judea y Samaria”, nombre bíblico que Israel usa para adjudicarse legitimidad en Cisjordania: allí,  actualmente viven cerca de 38 mil de hebreos. Imagine meter un millón.

Pero, pese a que Israel parece otro planeta donde matar gente de hambre es normal, hay una luz de esperanza. La organización israelita Paz Ahora hizo notar que el Proyecto E1 será “una carretera del apartheid”, cerrando a los palestinos el tráfico hacia y desde Cisjordania. Además, la zona cercana a Israel y que quede separada por la carretera, sería anexionada por la entidad sionista.

La tierra donde Cristo vivió ahora sufre una ocupación totalmente espantosa. Para que los palestinos vayan desde Belén, lugar de nacimiento de Jesús, hasta Jericó, donde le devolvió la vista a un ciego, deberán usar un túnel enorme. Olvídense de ver la tierra prometida.

“Esta conexión significa, en la práctica, la imposibilidad de establecer un Estado palestino geográficamente contiguo en estas tierras, ya que será imposible para cualquier palestino desplazarse entre el norte y el sur de Cisjordania sin pasar por los puestos de control israelíes”, explican en la estatal británica. El verdadero Gran Hermano vigilando todo usa kipá.

“El plan E1 es letal” para la solución de dos estados

Cuando se sentaron a conversar los líderes de Israel y Palestina en Oslo, Noruega, 1995, acordaron varios avances. Avances que, debemos destacar, la entidad sionista se ha encargado de dinamitar.

En ellos, Cisjordania, lugar en que Israel pretende ilegalmente instalar el Proyecto E1, sería dividida en tres. La zona A sería de las zonas urbanas palestinas, la zona B sería dividida entre civiles palestinos y militares israelitas, y la zona C sería controlada totalmente por Israel pero bajo bandera palestina. Este último sector, 60% del territorio cisjordano, recibe a los conocidísimos “asentamientos”.

Acuerdos de Oslo Cisjordania Palestina Israel
Mapa de las zonas delimitadas en los Acuerdos de Oslo para el manejo de Cisjordania y Palestina junto a Israel | Foto: Al Jazeera

Es un eufemismo, no seamos ilusos. En español chileno, es una toma en territorio extranjero apoyada por un estado. Y luego aquí hay parlamentarios que piden acabar con las tomas, pero se van derechito a Tel Aviv a fotografiarse con los líderes del mal.

Las organizaciones palestinas y pro-palestinas denuncian que Israel permite la proliferación de tomas de terreno de sus connacionales en la zona C, que debería permitir principalmente a vida de palestinos. Para algo se hizo el acuerdo.

En la misma lógica, el valle del río Jordán, donde Juan el Bautista bautizó a Jesús, está cercado en su mayoría. En pleno desierto, este curso fluvial proporciona agua pero… Israel lo considera polígono de tiro militar y prohibió la entrada a los palestinos. Negar el agua y la sal es poco.

“El plan E1 es letal para el futuro de Israel y para cualquier oportunidad de alcanzar una solución pacífica de dos Estados. Estamos al borde del abismo y el Gobierno nos empuja rápidamente hacia él”, comunicó Paz Ahora.

¿Qué dice el mundo? Chile está del lado correcto

Chile, hogar de medio millón de palestinos y sus descendientes, ha mantenido su postura de buscar soluciones pacíficas y concertadas. El 22 de agosto, la Subsecretaría de Relaciones Internacionales emitió un comunicado de prensa donde condenaron la aprobación del Proyecto E1.

El mundo, como ha ocurrido desde la creación de Israel, no ha hablado en voz fuerte y clara ante este régimen. El ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina condenó el Proyecto E1 y lo consideró “un ataque a la unidad del territorio palestino” que va en la dirección de “socavar su unidad geográfica y demográfica y consolidar la división de Cisjordania en zonas aisladas entre sí”.

En Jordania, su propio ministerio de Asuntos Exteriores se sumó a las críticas. Es más, rechazan totalmente el proyecto porque sería una agresión “al derecho inalienable del pueblo palestino a establecer su Estado independiente y soberano dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967, con capital en Jerusalén Este”.

Egipto, otro vecino del conflicto, condenó enérgicamente la resolución. Según la cancillería egipcia, sería “una violación flagrante del derecho internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.