En el marco de la controversia respecto al Museo de la Memoria en el Biobío, surge la reivindicación de la importancia de recordar históricamente.
Los dichos de Johannes Kaiser mientras era candidato presidencial realzaron el tema. El fenómeno de negar lo relevante que es recordar es un fenómeno, lamentablemente, mundial.
En los últimos años este concepto se ha tergiversado y usado simplemente como un arma política. Es ahí donde en Sala de Prensa nos preguntamos qué es la memoria, para qué sirve y si realmente es importante.
Cuando las personas afirman que apoyarían un posible Golpe de Estado “sin duda” o “absolutamente”, nos detenemos y pensamos. ¿Lo que pasó en la dictadura cívico-militar es una herida pasada o es realmente vitar mantener vivo el recuerdo?
Importantes figuras como como Carlos Peña, rector de Universidad Diego Portales, afirman que “la memoria no es mirar fidedignamente el pasado, sino que es el esfuerzo de editar el pasado a la luz del futuro y los ideales que animan nuestro presente”, comentó en CNN Chile.
Una perspectiva filosófica respecto al Museo de la Memoria
En Sala de Prensa conversamos con el filósofo Rodrigo Pulgar, autor del libro La memoria. Crear para no olvidar. Desde su perspectiva, “la memoria es un ascenso y un descenso: un descenso hacia el pasado y un ascenso hacia el presente con proyección al futuro, pero al mismo tiempo con lecturas transversales donde se van recogiendo otras narraciones de memoria sobre el mismo hecho”.
El docente del Departamento de Filosofía de la UdeC comenta que siempre debemos recordar. “No es meterle sal a la herida, es mostrar lo que pasó. Tratar que de algo sirva lo que haya pasado, que sea para entender”, dijo.
“La tendencia es decir ‘bueno, mejor recordemos lo bonito, ¿no?‘. Sí, pero no todo es bonito, recordemos todo. Porque es el único modo, digamos, de curar heridas. Eso es éticamente lo más sano que podemos hacer, porque están abiertas todavía para mucha gente”, añadió.
En la misma línea, Rolando Núñez, doctor en Filosofía, explicó que “cuando uno hace un análisis del tiempo desde la filosofía de la física piensa en factores externos, pero nunca hay que dejar de lado el cómo el pasado se determina a través de la memoria. Eso de base”, puntualizó.
El golpe y la dictadura
La dictadura cívico-militar que transformó con sangre y fuego el país es tema habitual. Posturas negacionistas de los crímenes o, incluso, que los justifican, han surgido bajo el falso alero de la “libertad de expresión”. Pero anda a cuestionarles a su general y, de inmediato, quieren acabar con tu libertad. ¿Será que quieren que algunos nada más construyan sociedad?
Por lo mismo, Núñez asegura que “hay una parte de la población que cree que de verdad la estabilidad que tiene Chile, que dentro de todo es un país bastante estable a nivel mundial, se la debe a cuestiones como la dictadura militar. Y no se dan cuenta que esto no es un gracias a es un pese a que. Porque hubo un trabajo de reconstrucción”.
“Un muy mal argumento que se utiliza es cuando se dice ‘bueno, pero es que tú no lo viviste’. ¿Desde cuándo es que la vivencia directa es lo único que me permite a mí opinar con respecto a situaciones que además afectan a nivel de país?”, expuso el director del Departamento de Filosofía de la UdeC.
Allí entra la icónica frase del filósofo estadounidense de origen español, George Santayana: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.
La defensa de la memoria
Siendo más específico y hablando sin filtros, Núñez critica que “ya pasaron más de 50 años, pero son cosas que nos determinan hasta el día de hoy y eso se nos olvida. Se nos olvida cuán determinados estamos por esos fenómenos, cuán quebrada quedó nuestra sociedad. Y en el olvido de eso es que resurgen defensas de esas cosas que ocurrieron”, como los impresentables Kast, Kaiser y Matthei hacen.
“La defensa de la memoria es algo que se tiene que hacer como sociedad y que, vuelvo a repetir, lamentablemente Chile no ha sido lo suficientemente persistente con respecto a la defensa de la memoria”, comenta Núñez. De hecho, el doctor explicó que esta baja importancia a la memoria se debe a que no se empezó a preservar antes.
¿Y sobre el Museo de la Memoria del Biobío? Para el filósofo Núñez, es “súper necesario. Creo que es justamente una de las cuestiones que las naciones tienen que hacer, recordar estas situaciones”. En el mismo marco, el doctor Pulgar cierra con que “el Museo de la Memoria resulta clave. Para eso son los museos. En el fondo es un lugar en donde uno se recoge a sí mismo y observa al otro también”.

