La sexualización de la mujer en la moda: “Una modelo no es un objeto, es una artista”

Moda: sexualización y cosificación
Moda: sexualización y cosificación | Foto: Cedida

No es novedad que la mujer ha sido históricamente tratada como objeto, dando paso a la sexualización de su cuerpo. Sin embargo, con los pasos del feminismo y movimientos sociales, las mujeres han logrado enfrentarse a través de la cultura y leyes.

La cosificación de la mujer es el acto de tratar a una persona como objeto o una cosa en lugar de reconocerla como ser humano. Con esto se mezcla la sexualización, es decir, conferir un carácter sexual a alguien despojándolas de sus características netas.

La moda entonces entra como un mundo complejo. Aunque se le ve como la venta de una imagen, en realidad significa mucho más. Posee alta importancia histórica, sobre todo para la mujer. No obstante, los casos de sexualización y cosificación se mantienen dentro y fuera de ella, dándose numerosos casos de maltrato y despojo de dignidad.

Las ponen en situaciones de vulnerabilidad en vestuarios o posiciones, pero también en las calles, donde la sociedad las trata solo como imágenes. Y lo más peligroso, esta historia se sigue repitiendo, ahora empezando desde la infancia, donde las niñas corren más peligro que nunca.

El peligro de una infancia quitada y sexualizada

La psicóloga Stephanie Lazo nos comentó que los efectos de una exposición reiterada pueden generar daños en su desarrollo emocional. Su imagen, por tanto, suele empezar a ser el centro de su vida. Por lo tanto, muchas veces comienzan a vincular su valor personal con aprobación externa.

“También es común que aparezca una presión por cumplir con ciertos estándares estéticos que no corresponden a su edad. Además, cuando una niña siente que siempre está siendo observada, puede perder algo tan propio de la infancia como la espontaneidad y la sensación de privacidad”, explicó la profesional.

Más que prohibir el modelaje en las niñas, la terapeuta destacó la importancia del cuidado con la sobreexposición en temprana edad y las condiciones en las que se insertan. Pues las niñas sufren un peligro persistente en la sexualización de sus cuerpos, asignándoles actitudes, poses, vestuarios o roles de mujeres adultas.

La psicóloga explicó que “esto puede cambiar su forma de comprender su propio cuerpo e incluso creer que deben generar atractivo o cumplir expectativas que no deberían estar en su etapa de desarrollo”. Los infantes aún no pueden comprender exactamente qué es lo apropiado y qué no. Por eso, es importante el rol de los padres en el acompañamiento. Entonces, vemos que la raíz del problema empieza incluso en edades tan tempranas, donde las persigue hasta la adultez.

El cuerpo femenino tratado enteramente como símbolo estético y sexual

Todas las mujeres son vulnerables a la cosificación, perjudicando sus carreras y vidas diarias. En el caso del mundo de la moda, la situación se dificulta, pues en esta, la mujer y la estética están estrechamente ligadas.

Tal es el caso de Johana Fernández, fundadora de Runway Fashion Design (RFD). Ella confesó que su voz era menos escuchada a comparación de sus colegas hombres, incluso en su posición como directora e ingeniera comercial. “Hasta en mi carrera se da la cosificación de la mujer. No se nos trata como personas inteligentes, sintientes y pensantes, sino como un objeto que adorna espacios“, comentó.

Por lo tanto, vemos que esta problemática se mantiene durante la historia y no es inherente de una sola carrera, sino a todas las áreas de profesión de una mujer. Pero en el caso del modelaje se suma un nuevo factor: el estigma contra su inteligencia. Pues hay cierta tendencia de parte de la sociedad a rebajar el mundo de la moda y sobre todo a sus participantes.

“Creo que cuando eres modelo hay una gran carga social que te tacha de poco inteligente, junto a ciertas características que como sociedad le damos a las personas según a lo que se dedican. En este sentido, siempre se denigró a la modelo como alguien que no tiene educación, que más bien usa su cuerpo como moneda de cambio, diciendo: ‘entrego mi belleza por dinero'”, criticó la fundadora de RFD.

El conjunto de todas estas circunstancias empeora el escenario para la mujer en la industria de la moda. El estigma contra su inteligencia, una cosificación histórica hacia la mujer, malas prácticas desde los mismos colaboradores. Todo muestra un retroceso en la vida de la mujer.

La modelo como rol transformador

Joan Valencia, CEO de la agencia JVModels, sumó a la conversación las raíces históricas vinculadas al patriarcado, machismo y patrones culturales que durante décadas han tratado al cuerpo femenino como un símbolo estético. Es aquí donde la moda se suma, replicando modelos y no cuestionándolos.

La directora indicó que sus propias modelos expresaron que, incluso fuera del ámbito profesional, muchas veces son vistas como cuerpos o imágenes bonitas, antes que como personas o profesionales.

“La mujer hoy tiene un rol transformador en la moda: es creadora, es líder, es productora, es inspiración y, sobre todo, es voz. Ya no se trata de cumplir con un estándar impuesto, sino de construir una identidad auténtica que influya de manera positiva”, destacó.

Ambas profesionales rescatan los avances en el ámbito, pero recalcaron que aún queda mucho por avanzar. Abogan por empezar con la protección de los niños, sobre todo dentro de las redes sociales, donde se ha visto el aumento de influencers infantes sin fiscalización por su seguridad.

Las expertas continúan con un llamado a parar los ridículos estándares de belleza, detener la venta del cuerpo de la mujer y frenar las situaciones degradantes para las modelos en posiciones y ropa que la sexualicen o ridiculicen. Por último, gritan que “una modelo no es un objeto: es una artista del movimiento, una profesional de la imagen y una mujer con una historia y un propósito propio”.