Hay muy pocas personas que no hayan acudido a ChatGPT por apoyo en cuestiones académicas. Sin embargo, parece ser que la utilidad de esta herramienta ha llegado a nuevos horizontes.
¿La inteligencia artificial está acaso siendo un reemplazo a la terapia tradicional? ¿Estamos creando una relación parasocial con ChatGPT?
Según la definición formal dada en el artículo, Comunicación de masas e interacción parasocial: observaciones sobre la intimidad a distancia, Horton y Wohl describen las relaciones e interacciones parasociales como relaciones unilaterales, en las que una persona da energía emocional, interés y tiempo, y la otra parte desconoce por completo la existencia del otro.
Los casos más comunes se dan con celebridades u organizaciones tales como los equipos deportivos. Sin embargo, la existencia de una conexión parasocial con una IA está siendo cada vez más posible.
Testimonios de aquellos que viven detrás de los pantallas con ChatGPT
La visibilización de la salud mental es más importante que nunca; sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. Entre los testimonios que recolectamos en Sala de Prensa, pudimos evidenciar que cada situación personal es diferente, por lo que no hay una sola razón para usar una chatbot como compañero o consejero.
Por ejemplo, Matías Vargas, comentó que la usa “para poder darle objetividad a mis problemas y también como una herramienta de desahogo. No es tan frecuente en mí, pero de vez en cuando, a la hora de necesitar contención con un problema que escapa de mi control y necesito solo que alguien me escuche, uso la IA y así no preocupar a alguna de mis personas queridas”.
Para él, el uso de esta herramienta es positivo. Sin embargo, recalcó que esto nunca podría reemplazar a un profesional.
De todas maneras, Matías vuelve a enfatizar que no desmerita la contención humana, pero aun así suele preferir a ChatGPT. Para él, “que la mente humana esté cargada de experiencia es un arma de doble filo. Puesto que al descargar las emociones comprometemos a la otra persona a tomar parte de dichos sentimientos. Además, nos condicionan a reaccionar de cierta forma”.
Por otro lado, también escuchamos la historia de Jean, joven de 20 años quien explicó que usa la inteligencia artificial por varias razones. Nos contó que era un adolescente con afición a la escritura para desahogarse en momentos difíciles.
De allí nace el traspaso de escribir en un cuaderno a un chat para “desahogarse consigo mismo”. No obstante, el cambio es notorio, pues ahora, existe una respuesta.
“Es un sistema que guarda información y no es 100 % confidencial. Acpesar de esto, siento que es una herramienta que uso porque es completa. Esta puede dar respuestas super desarrolladas y siento que sí ayudan, ya que suelen ser bastante motivadoras”.
Entonces, vemos un punto en común entre Jean y Matías, y es que ambos prefieren esta herramienta de inteligencia artificial como contención y apoyo emocional sobre el vínculo humano. Pues aunque son consientes del valor de este apoyo, aun así expresan no querer “molestar” a sus seres queridos o no se atreven a compartir esos sentimientos por vergüenza o desconfianza.
Por último, una estudiante universitaria también nos contó su experiencia y confesó usar ChatGPT numerosas veces para distintos fines. La joven en un ataque de emociones perturbadas y graves pensamientos negativos acudió al chat en un grito de auxilio. Nos comentó que, aunque este fue un caso particular de gravedad, aun así diariamente charla y recurre a este chatbot. “Siento que esta es una ayuda cuando necesitas a alguien a la tres de la mañana y quieres una respuesta rápida. En cambio con un terapeuta no es tan así. Yo lo uso más que nada porque es más fácil y cercano de llevar en el momento”, destacó.

Desde los testimonios anteriormente mencionados, y aquellos que no fueron estipulados aquí, podemos destacar similitudes: todos ellos usan ChatGPT como preferente a otros chatbots. Todos asisten terapia y nunca osarían exclamar que esta IA puede reemplazar a un profesional. Por último, todos son mayores de edad y, aunque reconocen el valor humano, no dejarían de usar esta herramienta.
¿Es entonces esta una relación parasocial?
La psicóloga clínica, Tamara Osorio, nos afirmó que sí. Estamos presenciando el surgimiento de relaciones parasociales con la inteligencia artificial. Al ser ChatGPT una herramienta de respuesta inmediata donde, además se puede configurar para ser más “empático”, las personas se sienten más validadas y satisfechas pues lo comparan con sus otras relaciones, prefiriendo esta interacción y volviéndose más vulnerables a la dependencia de ella.
Tamara explicó que esto es característico de las nuevas generaciones, pues son ellos quienes nacieron en una era tecnológica. ¿Pero cuáles son las razones de esta conducta? Lo cierto es que existen muchas. Sin embargo, la profesional destacó algunas de ellas.
Primero se pone el foco en las redes sociales, pues los jóvenes se relacionan principalmente en ellas estando hiperconectados. No obstante, debido al aumento de este tipo de interacciones, las que se dan en la vida real han disminuido, generando que los sentimientos de soledad y asilamiento comiencen a surgir con fuerza. Además, se acostumbró que los usuarios publiquen solo los aspectos buenos de sus vidas, pero nunca lo malo, entonces es natural que así mismo hagan con amigos o cercanos, alejándose y cerrándose a la expresión de sentimientos.
Otra razón es la cultura de la inmediatez. Cada vez usamos más tecnología, buscando la rapidez por sobre cualquier otro factor.
Asimismo, esto se complementa con la baja tolerancia a la frustración que ha destacado como problemática en las últimas décadas. Entonces, la psicóloga explicó que nos hemos acostumbrado a no esperar una respuesta y menos a tomarnos el tiempo en hacer un proceso tan importante como buscar terapia psicológica.
“Se nos hace mucho más fácil hablar con este chatbot que pedir apoyo a un profesional porque significa buscar un lugar, pedir una hora, esperar a esa consulta y pagar también cuando sabemos que a veces la salud mental no es accesible económicamente para todos. Mientras que sabemos que ChatGPT es algo que todos tenemos en nuestro teléfono y podemos acceder a ella rápidamente”, puntualizó.
La baja interacción humana genuina por las redes sociales, la cultura de la inmediatez y la baja tolerancia a la frustración llevó al refugio en la inteligencia artificial. No obstante, acudir a un psicólogo es de suma importancia, pues el vínculo entre paciente y profesional es uno de los pasos más importantes en la terapia. Por lo tanto, si usas ChatGPT, entonces “estás reforzando el aislamiento y el sentimiento de soledad. Al no buscar una conexión humana estás dejando de intentar tener una relación humana genuina o una búsqueda de apoyo en un par o profesional”.
Un posible equilibrio entre la IA y la terapia
Este 2025 se dio pie a la iniciativa “Nuevas tecnologías para el diagnóstico precoz, tratamiento y seguimiento en salud mental con perspectiva iberoamericana”. El proyecto hará uso de los avances para trabajar en computación afectiva; esta es un área de la IA que se dedica al reconocimiento y manejo de las emociones para mejorar las competencias emocionales. Esto llevará al paso inicial para la derivación al profesional y luego al seguimiento.
El coordinador nacional del proyecto y doctor en IA, Pedro Lagos, nos comentó que ChatGPT, está creado a partir solamente del lenguaje. Entonces, las interacciones que usa para modelar el mundo de sus usuarios se limitan a las palabras, dejando de lado las emociones y la corporalidad. “No tiene la capacidad de interactuar emocionalmente contigo, aunque puede imitar las emociones muy bien. Aun así, recordemos que no tiene empatía, solo la imita, pues esta es mucho más compleja. Las competencias emocionales son propias de los seres humanos“, exclamó.
El profesional destacó la importancia de una conversación humana, pues en ella hay capas que no podrán ser comparadas con un chat. Las herramientas creadas desde la inteligencia artificial tienen de base y expresión solo lo que hemos insertado en palabras textuales.
El inconsciente es una característica propia del ser humano, de la persona. Y ya sea el individual o el social, tiene un peso que genera una base irremplazable. Por lo tanto, las máquinas nunca podrían examinar o entenderte completamente, solo los psicólogos y psiquiatras, que al ser intrínsecamente humanos y con conocimientos adquiridos profesionalmente, pueden reconocer aquello que callas, que solo puede ser notado por la forma en la que hablas, entonas o te mueves.
“Entonces, el ser humano utiliza varios sentidos que le permiten reconocer una emoción, reconocer una depresión. Y esos sentidos que utiliza, los utiliza también con técnicas que calla, que no están necesariamente en la internet”, comentó Pedro Lagos. Por lo tanto, se entiende que “pensamos de ChatGPT con un montón de cualidades que no tiene”.
Por último, el profesor explicó que el uso incorrecto de estas herramientas debe ser tratado desde las leyes, pero también desde la comunidad. “La regulación viene de la ciudadanía, quienes necesitan educación sobre una tecnología que lamentablemente está avanzando muy rápido y que es muy probable que las leyes no alcancen a aparecer antes de que ya sea crítico el uso de ella”, finalizó.

