El pasado 15 de septiembre del 2024, a sólo días de conmemorar un nuevo aniversario patrio, las y los trabajadores de la Siderúrgica Huachipato comenzaban el proceso de apagado de los hornos que por 70 años alimentaron los sueños de varias generaciones.
La historia ya es conocida. Los gerentes de la empresa advirtieron que si no se daban ciertas condiciones (sobretasa a la importación del acero chino) ellos sencillamente iban a cerrar.
Después de mucho batallar para encontrar una solución, el gobierno dio exactamente aquello que los empresarios privados pedían.
Aún así los propietarios cerraron la planta. Dejaron a miles de trabajadores sin fuente laboral. Se hizo un plan de cierre y nació el Plan de Fortalecimiento Industrial para el Biobío.
Un plan que hoy pareciera estar más muerto que vivo tras la escasez de recursos y la negativa que el propio gobernador Sergio Giacaman ha expresado en varios tonos.
Sólo faltaba una cosa en esta historia. ¿Qué se iba a hacer con esta gigantesca empresa y todo lo que tenía en su interior?
Huachipato: Así está la planta a 7 meses del cierre de la siderúrgica
Remate de maquinaria y piezas de Huachipato
“Junto con saludar cordialmente, informamos que Compañía Siderúrgica Huachipato ha puesto a disposición, a través de la plataforma GEP, el documento que contiene las reglas, términos y condiciones que regirán para la serie de licitaciones de activos industriales . Para facilitar el acceso a la plataforma y el correcto uso de sus funcionalidades, se adjunta un manual explicativo de ingreso y navegación en GEP”.
Esta es la comunicación que hace algunas semanas comenzó a correr en círculos empresariales. Huachipato empezaba a vender sus maquinarias.


Para participar en el evento -se advertía en los avisos- era “requisito indispensable revisar el documento, realizar las consultas que estimen pertinentes a través del foro de discusión habilitado en la plataforma GEP, y posteriormente firmar y remitir el documento mediante la misma plataforma”.
Todos los eventos de remate se han hecho online y de manera exclusiva. No ha existido una venta abierta a público en general.
Y así comienza el desmantelamiento de la Industria Nacional. La Siderúrgica Huachipato nació con participación del Estado de Chile y los privados no supieron -ni quisieron- mantener con vida a pesar de su legado e importancia estratégica para nuestro país.