Como todo un éxito podemos catalogar el gran “Cholgüazo” de Lirquén: asistieron más de 18 mil personas y avanzó a ser récord Guinness.
Durante tres días, la Plaza de Lirquén se tornó epicentro de la gastronomía regional. Este fin de semana largo recién pasado permitió cocinar lo mejor del mar en la caleta, que pertenece a la comuna de Penco.
El Cholgüazo entregó música, tradiciones, cultura local y más de 800 porciones gratuitas de caldo de cholga, preparados en un disco gigante. Esta nueva propuesta de desarrollo local pretende instalar al Barrio Chino, desde el municipio y el Instituto Nacional de Capacitación, INACAP, como un centro culinario con proyección al futuro.
Los locatarios del sector lo vieron. El funcionamiento sin parar del barrio permitió reportar en tres días la misma cantidad de ventas en mariscos y empanadas que se reporta en un año entero. Eso sí, no dejemos al fondo de la olla al protagonista: un disco de 3,2 x 3,2 metros que cocinó más de 100 kilos de cholgas, vegetales, pollo y longanizas.
Cholgüazo de Lirquén potenció Barrio Chino de la comuna
La magnitud de la preparación llevó a la búsqueda de instalarse récord Guinness. Alejandro Abauter, notario público, certificó la conformación del plato y la postulación al libro como el cholgüazo más grande del mundo. Mish.

“Hemos revivido el corazón del Barrio Chino en Lirquén. Entre los tres días hemos bordeado a las 18 mil personas, una cifra importante, y un gran impacto en la economía local de desarrollo. Los locatarios, los que vendían normalmente en el año, hoy día lo han hecho en este fin de semana”, destacó el alcalde de Penco, Rodrigo Vera.
“Y no nos quedamos solamente en aquello. Estamos generando un convenio y conversaciones de colaboración con la INACAP para que el ramo de gastronomía potencie nuestro Barrio Chino. De esta forma, el festival y el gran Cholgüazo se convirtió en una gran fiesta costumbrista, turística y gastronómica, que no solamente va a potenciar a Lirquén, nuestra comuna de Penco, sino a la región del Biobío”, señaló.
Y es que la relación de las cholgas con Lirquén no es incidental. Desde hace más de cuatro décadas, el Barrio Chino goza de fama cholguera y, con este cholgüazo se potenció y reafirmó para el futuro.
Bernardita Valenzuela, del restaurante Hanjin San, constató que el flujo de gente ha sido tanto que “he tenido que cerrar un poco el local para poder atender todo lo que está dentro y después volver a abrir otra vez para la otra ronda. De años que no se veía esto, pero afuera quedó muy bonito. Todo está muy bien organizado”, sentenció.