Hombre casi va a la cárcel porque su hermano le usurpó la identidad: Defensoría colaboró para liberarlo

Defensoría Penal Pública

Una oportuna reacción de la Defensoría ante una negligencia severa permitió liberar a un hombre que sería encarcelado erróneamente.

Jhulian, joven penquista, veía cómo se diluía su libertad en una audiencia de ejecución. Había cometido en Taltal, región de Antofagasta, una serie de delitos que terminarían con él pasando más de 300 días en la cárcel. Pero, al parecer, no protagonizó los actos.

Jhulian y la coordinadora de su caso advirtieron el error, pero ya parecía todo sancionado. Se ordenó el ingreso del joven a la cárcel El Manzano. Sin embargo, Pablo Ardouin, defensor público del caso, presentó un recurso de amparo en favor de Jhulian para evitar su encarcelamiento.

¿Cuál fue el cuerpo del error? Nadie verificó la identidad de quien realmente debía. Es más, Brian, quien efectivamente habría cometido los delitos, se presentó en la Defensoría Regional del Biobío y explicó lo sucedido. Usó la identidad de su hermano, pero ni Carabineros ni Gendarmería ni las autoridades correspondientes determinó la veracidad de su identidad. Está bien confiar en la palabra de la gente, pero esto es una chacota de negligencia.

Defensoría hizo la pega que otros no

Tras la autodenuncia de Brian, desde la Defensoría local se hicieron las gestiones y el cruzamiento de datos con el tribunal nortino. Entre las gestiones, se tomó una declaración de Jhulian y se recabaron datos, principalmente, del juicio donde enviaban al joven a la prisión. Allí se veía clarito: era el hermano.

Ante menuda embarrada, se realizó una nueva audiencia en el Biobío. El tribunal determinó que no hay antecedentes suficientes para anular la sentencia de Jhulian. No obstante, consideró que era desproporcionado ordenar su encarcelamiento. Quedó libre de inmediato, pero con medidas cautelares hasta que se establezca su situación. A Brian, en tanto, se le despachó una orden de detención urgente.

El Defensor Regional del Biobío, Osvaldo Pizarro, inquirió en “la necesidad de reforzar procesos como el de la verificación de identidad”. Claro, hay que comprobar a quién detuvimos. En este caso, no se realizó ningún cotejo con el sistema de verificación Sicpol, lo que quebrantó todos los filtros del mundo mundial.

“Este tipo de errores no son excepcionales, lo que refuerza la importancia de que los agentes estatales cumplan con su deber”, recalcó el defensor. “Sus omisiones afectan la presunción de inocencia que debe pesar sobre todas las personas que se ven sometidas al sistema de justicia penal”.

El inocente se salvó de pagar las penas de su hermano. Menos mal.