Estudian trasladar la planta de aguas La Mochita en Concepción: Essbio no lo sabía

Planta La Mochita | Foto: Sala de Prensa
Planta La Mochita | Foto: Sala de Prensa

De cierto modo, la planta La Mochita de Essbio es el corazón que abastece con agua limpia a la región del Biobío. De pronto, el Ministerio de Obras Públicas quiere cambiarla de lugar.

El MOP entregó un documento titulado como “Iniciativas Estratégicas Plan de Nacional Infraestructura Pública (PNIP) Biobío 2025-2055″. En él, se revela una lista de proyectos de conectividad e integración territorial, seguridad energética, habitabilidad en centros poblados, y, lo que hoy nos interesa, que es la seguridad hídrica.

Aunque, claro, como todo lo que refiere a obras proyectadas a largo plazo, no deberíamos darlo por hecho todavía. A pesar de que tiene un ID de inversión, que es el primer paso para evaluar una financiación pública, no tiene un número BIP para hacerle seguimiento.

Entrada de planta La Mochita de Essbio | Foto: Sala de Prensa
Entrada de planta La Mochita de Essbio | Foto: Sala de Prensa

Entre los postulados del proyecto, se estudiaría la relocalización de La Mochita. Por otro lado, se considera la “construcción de un acueducto que dote de agua potable a diversas localidades ribereñas en la cuenca del río Biobío”, según explica el documento. No detalla las razones, pero es cierto que su objetivo es captar y prevenir las necesidades del futuro en recursos hídricos.

Ante esto, desde Sala de Prensa nos contactamos con Essbio. La sanitaria respondió que “no existe ningún proyecto para modificar la ubicación de su principal planta de producción de agua potable” y que esta idea surgió “dentro de un plan impulsado por el MOP; sin embargo, Essbio, dueño de la planta y el terreno, no tiene ningún proyecto para reubicarla”.

Las raíces de la planta La Mochita

Aunque ahora esté a cargo de Essbio, Empresa de Servicios Sanitarios del Biobío S.A., La Mochita nació mucho antes.

Su nombre viene del Valle de la Mocha, y de “mochar”, que significa “cortar”. Se especula que tiene conexión con el personaje histórico, Pedro de Valdivia, que mandó a mutilar prisioneros indígenas después de la batalla de Andalién.

Pero avancemos unos siglos. Pues en los albores del siglo pasado, la población se abastecía por medio de estanques de agua o pozos. Luego, en la década del 40′, se hizo una proto-Mochita. El abastecimiento rindió hasta 1960, y acabó colapsando. Piénselo: una mala distribución, sumado a que algunos barrios recién estaban construyéndose y no existían redes suficientes y de calidad para suministrarlos.

Mientras que 1961 se reduce a caos, 1962 se convierte en soluciones. Con ayuda de excavaciones e instalaciones más grandes, renovadas y modernas, comenzó al proyecto de lo que ahora conocemos como la planta La Mochita. En ese entonces, era más bien solo una “planta de filtros”, sin ningún nombre que lo hiciese nuestro.

La planta se abrió en 1969, y su dirección se le atribuyó al SENDOS, Servicio Nacional de Obras Sanitarias, en 1977. Pasarían unos años más hasta que se constituyeran 11 empresas en este rubro, en 1990. De este modo, como una suma de todas ellas, Essbio entra en juego para hacerse cargo de la planta La Mochita, y décadas después crece para convertirse en una empresa con diversas sucursales.

Sobre el PNIP de las próximas tres décadas

Desde los detalles nacionales, tenemos más de 22 mil proyectos y el 9% de ellos pertenecen al Biobío. Esto quiere decir que de los 366 billones de pesos que se invertirán en todo el país, $15,2 billones irán a la octava región.

El seremi de Obras Públicas, Hugo Cautivo, explicó las metas. “Busca establecer una visión a largo plazo para el desarrollo de la infraestructura en el país”. Con un trabajo en conjunto entre el Estado y la sociedad, se espera mejorar las redes de conexión, proteger los recursos hídricos y energéticos y “abordar” las brechas de infraestructura.

Según Cautivo, esto comprende “inversiones en educación, salud y seguridad en regiones específicas”.

¿Cuáles objetivos del PNIP serán desarrollados y cuántos quedarán abandonados?