Descendientes de la familia fundadora de Fanaloza, histórica planta de cerámica, reconectaron con sus orígenes en Penco.
Un total de 66 descendientes de Juan Díaz Hernández retornaron a su raíz. Desde todo Chile e incluso el extranjero, recorrieron las salas dedicadas a la industria en el Museo de la Loza de Penco.
A principios del siglo XX, Díaz se instaló en la comuna e instauró una prolífica fábrica de loza de calidad excepcional junto a su familia. Con modelos extranjeros de funcionar, se convirtió en un motor para el desarrollo económico y social de la Penco de la centuria pasada. La estrella de la Fanaloza fue, sin duda, el plato Willow, reconocido nacional e internacionalmente por décadas.
Juanita Díaz, bisnieta del patriarca, destacó que se reunieron “66 descendientes de Juan Díaz Hernández, de las diferentes ramas que son 9 y elegimos Concepción, justamente, porque aquí todo comenzó. Nuestro bisabuelo llegó casado con un hijo y los demás hijos empezaron a nacer poco a poco en estas tierras y se desarrolló y crearon un montón de emprendimientos y después terminaron fundando Fanaloza“.
Además, rememoró que “trabajaban todos los nietos; mi papá, José Díaz Caldín, sus hermanos, sus padres, sus tíos y sus primos, trabajaban en toda la fábrica en las distintas funciones”. Sumado a ello, recalcó que está “muy lindo el museo” y sería “maravilloso que se pudiera seguir ampliando y creciendo porque sin duda que no se puede perder esta parte de la historia”.
Penco instalará plato Willow gigante
Rodrigo Vera, alcalde de Penco, estableció que esta visita “nos permite como comuna subrayar el legado de esta hermosa familia, ya sea en la artesanía, ya sea en el plato Willow. Sobre todo, eso que está en cada hogar, en cada corazón, en cada calle y sobre todo en cada trabajador y familia de lo que fue la vida de Fanaloza”.
“Nosotros tenemos muchas acciones para poder darle la vida a la historia de lo que es Fanaloza, la artesanía de nuestra comuna. Estamos en los próximos días llamando a licitación para la instalación de un plato Willow de tres metros de radio. De esta forma, mostramos cómo potenciamos de la historia, el turismo, la gastronomía y la cultura en una comuna que se proyecta a la región y también al país”, sentenció.
Leonardo Gotelli, director del Museo de la Loza, aseguró que “es súper importante que venga la familia Díaz porque fueron los precursores del auge de la Loza de Penco. Ellos crearon en su administración el plato Willow y fue el boom de toda la industria de loceros en Penco.”
La visita venía con la marraqueta bajo el brazo. “Tienen piezas que van a donar que son únicas, y también tienen la vivencia de esa época de la administración de lo que fue Fanaloza“, añadió el directivo.
El encuentro incluyó un recorrido por el centro de la bella Penco, visitas a espacios emblemáticos vinculados a la antigua fábrica y la toma de una fotografía grupal frente a las instalaciones de Fanaloza. Este gesto simbólico es de agradecimiento a quienes levantaron una de las industrias más significativas del Biobío.

