Un equipo de oceanografía nacional realizó una compleja operación de recuperación de datos desde el fondo del mar.
El grupo de investigadores, que incluyó profesionales de la UdeC, reflotó instrumentos oceanográficos que estuvieron dos años a más de 7 mil metros de profundidad en la fosa de Atacama, punto más hondo del océano Pacífico suroriental. La operación se llevó a cabo, geográficamente, frente a las costas de Taltal, región de Antofagasta.
Los datos registrados son de una riqueza incalculable. Con ellos, se podrá descifrar, entre otras cosas, los impactos del cambio climático en los abismos marinos chilenos.
El doctor Óscar Pizarro, oceanógrafo de Geofísica de la Universidad de Concepción, valoró el éxito de la misión. La expedición se enmarca en una amplia campaña de oceanografía que, por ejemplo, incluye los datos recuperados por un crucero científico entre agosto y septiembre de este año.
“Estos datos nos permitirán observar variaciones de largo plazo en el océano profundo, algo crucial para entender la evolución del sistema marino”, explicó el doctor.
Operación de oceanografía depende de financiamiento público
Manuel Torres, geofísico UdeC y magíster en Oceanografía, explicó lo complejo de la recuperación. “No es trivial recuperar una línea llena de instrumentos a más de 7 kilómetros de profundidad”.
“Primero, debemos establecer comunicación acústica, afectada por la dispersión del sonido. Luego, toca enviar un comando de liberación que puede o no llegar, y, si todo sale bien, esperar a que los equipos salgan a flote para divisar boyas de menos de un metro entre olas de 2 a 3 metros”, subrayó.
El científico detalló que “el intento de liberación comenzó a las 4 de la mañana. Tuvimos que solucionar imprevistos como el quiebre del cable que envía el pulso acústico y sobrellevar la presión de comunicarnos con un instrumento que no respondía”. La confirmación de la liberación del anclaje llegó a las 3:45 PM, dando inicio a la maniobra final de recuperación.
Los datos obtenidos en subsecuentes expediciones permitirán ver, de forma extensa y detallada, las características del mar. Debemos entender el oxígeno, los nutrientes y otros tópicos de nuestros océanos para comprender su funcionamiento. Y esto más aún, considerando el cambio climático en que vivimos.
Por lo mismo, el doctor Pizarro destacó que continuar estas investigaciones depende crucialmente del financiamiento público. Sí, ese mismo que cierto candidato cuestiona y amenaza con recortar, demostrando su ignorancia. “Mantener series de datos de largo plazo es fundamental para comprender la evolución del océano y su influencia en el sistema climático”, comentó el académico.
“Conocer la distribución de las masas de agua y los procesos de mezcla nos permite entender los cambios en la circulación de gran escala que afectan al clima del planeta”, agregó.

