El Gran Concepción es un sitio maravilloso como cuento de García Márquez y un nuevo paradero cercano a Lomas Coloradas no es excepción.
En el marco de la ampliación de terceras pistas en ambos sentidos de la Ruta 160, obras accesorias tomaron lugar. Hace unos días, le comentábamos de la implementación de un nuevo semáforo para ingresar a la villa Francisco Coloane desde la carretera. El anterior cruce, unos metros al sur, era bastante peligroso. Con esta reconfiguración del espacio urbano, se debió reubicar el antiguo paradero.
El refugio peatonal se reconstruyó cerca del anterior, con el típico estilo de casita típico de las carreteras chilenas. Aquí es donde parte la historia real, maravillosa e indignante a la vez. El paradero nuevo no tiene salida directa hacia la bahía para que se detenga la micro.
Los paraderos y sus bahías son para que la micro salga de la carretera y tome o deje a los pasajeros en un lugar seguro. Sin embargo, aquí le instalaron una reja por delante y la bahía quedó lejos. O sea, en invierno, deberá nadar bajo la lluvia igualmente y la micro tendrá que parar decenas de metros más allá de donde debiera.

No es el único caso. Vecinos de Lomas Coloradas que se contactaron con este medio reportaron el mismo problema para el paradero que está inmediatamente al frente, cruzando la Ruta 160. Como punto final del absurdo, en el paradero del kilómetro 14, existe una pequeña bahía, la nueva y, cómo no, el enrejado verde.
Consultado por Biobío Chile, Hugo Cautivo, seremi de Obras Públicas del Biobío, confirmó que el agua moja. “Hay que colocar el paradero donde está la bahía”, dijo. Según la autoridad, la coordinación entre Vialidad (ejecución de la calle) y la Municipalidad (encargada del paradero) debiera hacerse pronto.