Este lunes 29 de septiembre la Corporación Nacional Forestal (CONAF) comenzó el monitorio de la fauna silvestre del Parque Nacional Nonguén. Por este motivo, el lugar mantendrá sus puertas cerradas hasta el día sábado 4 de octubre.
El procedimiento permite, mediante cámaras trampa, conocer el estado en el que se encuentran las diferentes especies en la zona. Esta es una práctica esencial, ya que gracias a esto se reconoce el estado de importantes “especies protegidas” dentro del país, y con esto se valora el hábitat de ellos, que no debe ser perturbado.
Fauna silvestre del Parque Nacional Nonguén
En este contexto, CONAF recalcó los animales que más frecuentan el lugar y que, probablemente, sean captados por las cámaras trampa. Estos mecanismos no invasivos entregarán información científica de la fauna revisada. Además, desde la corporación explicaron en qué consiste el proceso y cuánto durará.
“El monitoreo de fauna silvestre, que se desarrolla de manera periódica desde 2019, se enfocará particularmente en mesomamíferos como la güiña (Leopardus guigna), el zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), el pudú (Pudu puda); y también en especies menos frecuentes y de difícil avistamiento como el quique, el chingue y el emblemático monito del monte (Dromiciops gliroides). Se instalarán 60 dispositivos: 30 en la zona norte y 30 en la zona sur. Las cámaras permanecerán hasta enero de 2026.”




Los peligros a los que se expone el parque
El principal peligro al que se expone el parque es el proyecto de la carretera eléctrica entre las regiones de Maule, Ñuble y Biobío. Esta construcción energética pretende levantar líneas de transmisión y el trazado es colindante a la reserva. Pese a ello, el Comité de Ministros lo aprobó.
El proyecto fue ampliamente rechazado por las comunas cercanas. Vecinos de Nonguén, Hualqui y Chiguayante e incluso algunas autoridades como Ricardo Fuentes, alcalde de Hualqui, y Héctor Muñoz, alcalde de Concepción, manifestaron su disgusto.
Como se mencionó anteriormente, este es el hogar de especies protegidas, incluso en estado de vulnerabilidad extrema, como el pudú. Destruir o poner en riesgo parte de su hábitat significaría un gran riesgo para la conservación de la flora y fauna nativa de Chile. Este parque es forma la identidad del Gran Concepción y es muy valorado por su población, razón por la que el proyecto tuvo tanto rechazo en los vecinos y comunidades aledañas.