El Gran Concepción es, en términos de identidad, una tierra vinculada profundamente al mar, los ríos y los humedales.
Ya lo hemos comentado en Sala de Prensa. Este curioso híbrido entre agua y tierra lleva dominando el panorama de lo que hoy es Concepción por milenios. Incluso, en algún punto, el río Biobío desembocó paralelamente en la actual desembocadura, en Lenga y en Andalién-Rocuant.
Pero como nada es para siempre, la baja del flujo del río y el nivel del mar hizo retroceder también a las aguas. Esto, en colaboración con la construcción y emplazamientos humanos, hizo que la tierra se impusiera levemente al agua. Salvo por los humedales.
Los humedales son parte esencial de nuestra identidad como Concepción. En ellos, flora y fauna única nace y vive, luchando por sobrevivir al paso de la humanidad. Animales tan únicos como frágiles que se esfuerzan en un ambiente simbiótico. Si bien algunos reciben reconocimiento estatal y apoyo de las personas, otros aún esperan silentes una mano que los ayudaría a sobrevivir.
Los principales humedales del Gran Concepción
Estos son los principales humedales rurales y urbanos del Gran Concepción:
- Estero Cárcamo, Humedal Pichi Mapu y Humedal Paicaví-Tucapel Bajo, Concepción.


- Humedal Colcura, Lota.

- Humedal Vasco de Gama, Rocuant-Andalién, Denavi Sur, Laguna Recamo y Laguna Macera, Talcahuano.



- Humedal Las Vegas de Coliumo y Humedal Río Pingueral, Tomé.

- Laguna Bayona y humedal Junquillar, San Pedro de la Paz.


- Boca Maule, Humedal Paso Seco Sur y Escuadrón-Laguna Quiñenco, Coronel.


- Humedal Price, Hualpén.
