Andrea Ortiz, oriunda de Talcahuano, ganó $50.000 dólares en el capítulo final del famoso programa de Netflix “Is it cake?”.
¿Recuerda cuando se hicieron populares las publicaciones en video donde se pone en duda si un objeto está hecho de torta o no?
En 2022, con la aparición del programa de Netflix, el desafío dio un paso más allá de las redes sociales. Hasta hoy, podemos encontrar fácilmente las publicaciones de real or cake? en internet. El reto del programa consiste en replicar un objeto de la vida real de forma hiperrealista. El programa añade más dificultades a algo que de por sí es muy difícil.
La concursante originaria del puerto y residente en Canadá hace unos años, Andrea Ortiz, logró superar estas dificultades y llevarse el premio del final del programa. Gracias a su destreza repostera, obtuvo 50 mil dólares, algo así como 50 millones de pesos.

Ortiz obtuvo su título de Administración Gastronómica en el Instituto Nacional de Capacitación (Inacap). Allí, en la sede de Talcahuano-Concepción, consiguió los conocimientos que la llevarían a disfrutar de esta victoria en el país de Justin Bieber.
Sin embargo, es cierto que ella lo sabía desde antes. Las grabaciones del programa en Estados Unidos terminaron el año pasado, para estrenar la temporada especial de Halloween este 2025.
Ella no esperaba ganar, pero aclaró que “no gané esto solo por mí. Lo gané por mi familia. Espero que mis padres estén contentos y orgullosos de su hija. Al final valió la pena”.
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De Talcahuano a la cima de “Is it cake?”
Ortiz confesó que rechazó la invitación la primera vez que la llamaron para participar en el programa, porque “tenía planes el primer fin de semana de junio, así que no va a poder ser. Me dijeron que para la próxima”. Su pareja le hizo cambiar de opinión. Así que Ortiz volvió a llamar y dejó a un lado los planes para entrar al circuito.
Luego de los requerimientos técnicos a los que tuvo que someterse para participar, revisó quiénes eran los demás participantes. Aunque era gente bastante capacitada, se dijo a sí misma que por algo la contactaron.
Su idea era pasarla bien, y así fue. Trató de llevar la esencia chilena en cada preparación detrás de cámaras. “Hice tres diferentes sabores, uno para cada osito y bueno tenía lúcuma que igual era como sabor muy chileno, manjar y así”. Un verdadero orgullo chorero para el mundo.