Subirse a la micro en Concepción significa -en la mayoría de casos- pagar y recibir los correspondientes boletos de micro. Bueno, debería ser siempre así pero no faltan los que se pasan de listo con el boleto.
Ya pero, no nos movamos del tema. Los boletos de micro son parte íntegra del transporte público en Concepción, Chile y el mundo. Incluso escapan a la órbita del transporte, y se tornan en un elemento decorativo de nuestras calles ante quienes no los guardan o deliberadamente los eliminan.
Sin embargo, este 10 de junio el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, confirmó en visita a la región que durante 2026 se pagará con tarjeta la micro en Concepción. Este proyecto lleva hablándose desde que el mundo es mundo, y eso de comprometerse con fechas es complejo, pero es de esperar que ocurra por el bien de la ciudad.
🚨El ministro de transportes, Juan Carlos Muñoz @JuanCaMunozA anunció el pago electrónico para el Gran #Concepción Habrá una licitación de aquí a fin de año para el funcionamiento en 35 operadores, Tomé y Santa Juana incluidos @adnradiochile pic.twitter.com/Njrn1OmbDO
— Nicolás Medina Parada (@nicomedinapa) June 10, 2025
Esto traerá, tal como en Chillán pasó hace poco, el inevitable fin de la gran mayoría de los boletos de micro que circulan por el Gran Concepción. Los boletos no son simples papelitos. Cada uno marca un viaje, un trazado, una historia. Todo sobre ellos, aquí en Sala de Prensa.
¿Cómo surgen los boletos de micro en Concepción?
Desde que el transporte es transporte, existen también métodos de organización de tal sistema. No es al lote la cosa. En Chile, para graficar, apenas inició el ferrocarril a gran escala, también nacen sus primeros boletos y pasajes. En Concepción pasó más o menos lo mismo. Cuando hubo tranvía en la ciudad, entre 1886 y 1941, se dispersaron cantidades ingentes de fichas con valores y diseños variadísimos.
Tranvía en #Concepcion en el año 1930. Circula en el actual Paseo peatonal Barros Arana, a un costado de la Plaza Independencia. De fondo se aprecia el desaparecido Palacio Consistorial de Concepción. En ese lugar se encontraba el local Hush Puppies pic.twitter.com/BuBzOoUwBO
— Francisco Darmendrail (@FcoDarmendrail) April 6, 2023
Para el desarrollo más óptimo de esta nota, consideramos mejor hablar con los expertos. Así es como llegamos a Boletrans Chile. Esta asociación cultural lleva cerca de 8 años agrupando a coleccionistas de boletos de micro de todo el país. Son la voz autorizada para referirse a nuestros milimétricos amiguitos, realizando juntas a nivel país sobre el tema.
De acuerdo a la asociación, la historia del boleto en Concepción parte en lejanísimas épocas, casi aparejada con los primeros buses. Los primeros boletos que se registraron alguna vez en la ciudad pertenecen a la mítica (y aún viva) línea Buses Base Naval, en esa época aún dependiente del Departamento de Bienestar de la Armada. El boleto indicaba la zona naval de Talcahuano, y el recorrido conectaba la base de la Marina con el centro chorero.
Entrando en la década de 1960 y la de 1970, los boletos se hacen más comunes. Un diseño que se popularizó entre las empresas locales tuvo el escudo de la Municipalidad de Concepción en distintos colores pero de fondo blanco. El papel del boleto era muy fino, como un papel mantequilla.
Con el paso del tiempo, las infinitas líneas que han nacido, vivido y desaparecido comenzaron a diversificar sus boletos e impresores. La Casa de Moneda, AMF, Impresores 27 o J. Mora, por nombrar algunas, se hicieron cargo de crear los boletos por décadas, incluso hasta el día de hoy.

El boleto como rescate de la historia del transporte y la ciudad
En 2002, la licitación del transporte público penquista dejó las cosas más o menos como las conocemos ahora. Micros grises y azules, números y letras. Líneas fueron desapareciendo y, con ello, una parte fundamental de la historia del Gran Concepción.
Con los boletos, comentan desde Boletrans, “se pudo rescatar la historia de muchas líneas que habían desaparecido en los años 80′ y 90′. El boleto era el reflejo y testimonio de aquellas líneas que, quizás, tuvieron pasos fugaces, como Calac, Su Expreso, Bio Mar, Ruta Pinares, entre tantas otras”.

A principios de 2024, siguiendo con esta idea, pasó a la historia la línea 57 Transportes Denavi Sur. La desaparición de Transportes Denavi Sur para dar paso a la línea 50 Buses Campanil (ahora relativa a Ruta Las Playas) acabó convirtiendo sus boletos en objeto de colección.
Y es que los boletos de micro podrían ser considerados obras de arte por sí solos. La inmensa variedad de diseños que siempre se recuerda ha sacado a la luz lo mejor de la creatividad publicitaria. Aunque no podemos elegir un boleto curioso por sí solo, ya que esto depende del coleccionista, Concepción tiene sus destacados por ahí.
La reciente eliminación de Chile del camino al Mundial de 2026 retumba aquí. Sí, porque la línea 80 Las Galaxias emitió una serie conmemorativa para las eliminatorias de 2018 con los futbolistas chilenos de esa época. Los hijos de Vidal todavía no despiertan, me avisan. La misma línea también ha emitido otros boletos con distintos motivos.

Más recientemente, en marzo y mayo respectivamente, la línea 20 Nueva Llacolén lanzó cuatro boletos especiales. En marzo, los boletos de estudiante y tarifa normal se transformaron en “Nueva Llaco-REC” con el símbolo de la mano rockera. Para mayo, emitieron una serie conmemorativa donde se ve el precioso Huáscar en rojo (adulto) y verde (estudiante); este último, con la imagen del capitán Arturo Prat.

“El boleto tomará un valor histórico” cuando ya no sea tan común
Empalmando con la noticia del pago electrónico para 2026 en Concepción, debemos preguntarle a los expertos. “Acorde se avanza con la tecnología, los medios de pagos se van adaptando a este avance. El pago del pasaje de micro también va en ese camino, lamentablemente para nosotros los coleccionistas”, aseguran en Boletrans.
No todo está perdido. “También es una oportunidad de que le demos el enfoque a lo histórico del boleto, porque pasará a ser un testigo de lo que fue Chile alguna vez”, explican. “Un papel de 30×56 mm de dimensiones, se reflejó arte, la historia de la inflación en el transporte, trayectos que no existen, lugares y una infinidad de cosas que quedan en el recuerdo de todos”.
Seguiremos el camino de los amigos longaniza. “Esto sucede en Santiago desde hace casi 20 años, con la implementación del Transantiago. En Chillán ya está empezando a pasar también lo mismo con los boletos”, profundizaron.

“En un futuro no muy lejano, Concepción pasará por lo mismo, y allí el boleto tomará un valor histórico mayor al ser reflejo de un pasado que en su momento fue tan común, que no tuvo la importancia que hoy se está dando en otros lados”, finalizaron.